Básicamente, redondeando, en mi familia somos 23 (un número tan aleatorio como los de la entrada anterior), lo que nos deja con 177 plazas.
Obviamente, si después del accidente queda algo más que ceniza, polvo y (en caso de accidente nuclear), monos de tres cabezas, se deberá replantear la especie humana.
Sí es que se adelantaron a su tiempo... que bueno es el Monkey Island...
De esas 177 plazas, algunas, obviamente, se las daría a mis amigos, repartiendo las demás entre diversos profesionales, especialmente físicos, químicos y médicos especializados en cada rama. Me aseguraría personalmente de que algunos elementos de este planeta (citemos a algunos, véase, SGAE) quedaran fuera.